Solana Pereyra pasa sus días en Buenos Aires, pero no olvida sus raíces familiares en Villa Angelina. Esta arquera, que cumplió 20 años el 5 de abril, cuida los palos de UAI Urquiza, que logró el bicampeonato de AFA, con lo que clasificó a la Copa Libertadores. Para ella hubo una alegría más en las últimas horas: eel técnico Carlos Borello, de la Selección argentina, la sumó a la lista de 26 jugadoras, de las cuales quedarán 23 para jugar desde dentro de 20 días el Mundial de Francia.

“Ojála pueda quedar en la lista definitiva. Sería un sueño jugar un Mundial. Creo que fui creciendo día a día. Hace cuatro años que estoy en el club, y ya logré dos títulos seguidos”, dijo Pereyra.

“El club me da un viático, mi familia me ayuda cuando puede. Mientras, estoy terminando el secundario. Tengo que pensar bien qué carrera seguir en 2020”, acotó la ex arquera de San Martín.

Pereyra conoce eso de ponerse la ropa “albiceleste”. Tuvo pasos por el sub 17 y por el sub 20, por distintos países de Sudamérica. “Con la mayor participé de prácticas y de viajes, pero no jugué oficialmente”, contó. Y agregó: “El técnico Borrello me conoce muy bien y saca lo mejor de mí. Me dirigió en UAI, y hoy en la Selección”.

- ¿Cómo fue el camino para lograr el tíutulo?

- Lo logramos con perfil bajo. Jugamos 10 partidos en un mes, una cosa de locos. Íbamos terceras o cuartas en la tabla, pero llegamos a la última fecha como líderes. Y en el último partido le ganamos a River.

- A los 14 años te fuiste a Buenos Aires. ¿Cómo viviste eso?

- Yo primero fui a UAI a esa edad. Me dijeron que vuelva cuando quiera, porque era muy chica. A los 16 regresé a Buenos Aires, pero esa vez fui a una prueba en River. Quedé, pero no me gustó, así que decidí buscar otro club.

-¿Qué aprendiste en los últimos cuatro años?

- Siento que hubo un giro en mi cabeza, Creo que todo lo que das vuelve, sea malo o bueno. Por eso, siempre trato de ser mejor persona. Cambié muchísimo desde que estoy en club. Por la mañana voy a la escuela, luego salgo rápido con mis cosas y me voy a UAI. Si me da el tiempo, como en el club. Después, a entrenar. Igual, no olvido el descanso, porque es fundamental para lo que estoy haciendo.